5 de agosto de 2025
A los desafíos institucionales se suman las complejidades de la coyuntura política y social. Son momentos de tejer redes y cultivar la solidaridad.
En tiempos de “sálvese quien pueda”, desde Abuelas seguimos apostando a la lucha colectiva. El recambio generacional es una realidad. “Mientras haya una abuela, manda la abuela”, como siempre dice Estela, pero hoy el grueso de nuestra Comisión Directiva está conformado por nietos y nietas restituidos, hermanos y hermanas que buscan, tías, todos ellos comprometidos para sostener el trabajo y mantener viva la búsqueda de las y los que faltan.
Ante el embate oficial contra las dependencias del Estado dedicadas a reparar el delito de apropiación y desaparición, cuyas principales víctimas son los nietos y nietas que buscamos, ante la quita de ayuda a nuestra Asociación, ante las dificultades cotidianas que genera este modelo de hambre, ante la proliferación del odio y el negacionismo, la labor de Abuelas continúa firme, tratando de tejer redes, de alertar al mundo sobre los avasallamientos que ocurren en la Argentina de Milei, de seguir transmitiendo memoria y restituyendo identidades.
Agradecemos el acompañamiento de tantas amigas y amigos, de diferentes lugares, con responsabilidades diversas, representantes de organismos, personas solidarias, familias, que colaboran generosamente, cada una como puede, con la búsqueda de las nietas y nietos. La cooperación y la asistencia mutua constituyen valores que debemos proteger frente al avance de la destrucción neoliberal.
Renovamos, a su vez, nuestro pedido de apoyo a quienes puedan estrechar su mano fraterna para que Abuelas prosiga con su tarea diaria, como desde hace casi 48 años. La urgencia es la misma: el crimen que padecen nuestros nietos y nietas sólo cesa cuando conocen la verdad, y allí culmina, además, la incertidumbre y el sufrimiento de sus familias legítimas, que los buscan hace décadas.
La propia historia de nuestra institución demuestra que solas no hubiéramos conseguido nada. No nos escuchaban. No nos recibían. Juntas nos hicimos fuertes. Juntas alzamos la voz. Juntas celebramos cada logro, cada restitución, cada triunfo de la Memoria, la Verdad y la Justicia. No hay que resignarse, no hay que permitir que nos sometan al silencio, nunca más.
Fuente: Abuelas
Autor/a: Abuelas
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